Quiero dejarte un consejo de mochila:
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Querido Diario:
Estamos a días de que el mundo te conozca y probablemente se enamore de ti, una vez más como tantas veces en mi vida daré lugar a mi creación, como buen padre, como padre de mi mundo.
Me ha ocurrido en varias situaciones lo mismo, me ha tocado salir a comprar y volver vacío, me han tocado buenas y malas y un par de libros con hojas rotas, he plantado mi árbol y descifrado el amor de mi vida en incontables tatuajes.
Es que vivimos a la par pero jamás juntos Sr. Diario, los deseos y lo que realmente necesitamos nos siempre explican lo que somos, es que hemos caminado a ciegas buscando aventuras por el miedo a la realidad, perdiéndonos el viaje y el oro de los suburbios de la verdad, no escuchamos a nadie pero creemos comprender todo, es tanto el egoísmo que he re-aprendido detrás a sentir.
Diario mío, estás a días de dejar de ser solo mío, dejarás tu asfalto de caídas en otras manos y otros te tomarán para visitar nuevas tierras, donde la fotografía vive su morbo y no, con y sin identidad, pero ahí estarás vos, con tus alas de angel negro, como abogado del diablo o como tímido pero fulminante manotazo de ahogado, como tu juicio faltante y tus leyendas de rockstar anacrónico, como tus hojas de estación y bares sin esquinas.
Te atare un moño rojo en blanco y negro y saldrás al balcón por última vez, tendrás cientos de dueños nuevos, miles de casas nuevas, millones de eventos nuevos y como si te faltara cancha, años luz de esperanzas más.
Vos sabes que yo estaré por acá, naves más, naves menos, pero acá, con la cámara y el espíritu encendidos por verte feliz, desde niño hasta fotógrafo.
Quiero dejarte un consejo de mochila: No cierres los ojos antes que tu cortinilla, las cosas buenas que verás, solo las verás una vez.
Gery Miltos
