
Solo vale la vida misma
Compartilhe

Querido Diario:
Aún no he tenido la oportunidad de caminar sobre el agua, pero bien que he aprendido a disfrutar el viaje sobre fuego, la fotografía me ha ayudado a cruzar los bosques de la oscuridad y me ha llevado a tener éxito, reconocimiento y amor, claro, siempre a la medida de lo que yo crea.
Y no es que no me lo merezca, es que aún no soy digno de comprenderlo, porque no recuerdo lo suficiente es que no me aferro a las cosas, ni siquiera a lo que dejaron de ser cosas convirtiéndose en sombras, películas, libros, cassettes y los centros comerciales de calle Palma, en despedidas y desnutridas bienvenidas, en tiempo pretérito y pendientes pluscuamperfectos.
Siempre que vuelvo a mí es para cargar con mis días, estos en los que descubrí entre bares y esquinas, entre bodas y amor que el tiempo son pequeñas estocadas en nuestra historia, que el suspiro no vuelve y que gritar no acaba en gritar, sino en descargarnos.
Por eso he decidido no cambiar aunque haya cambiado, he decidido entregarlo y todo y dejar aún más de lo que soy, me he comprometido a mi mismo a que cada fin de semana haga “la mejor boda de mi vida”, sin excusas, sin mentiras, sin detalles, con personas.
Porque dejar tu familia, tus gatos y tus perros, tu reino al fin, tu espacio y tu universo, solo vale la vida misma, ni un gramo menos.
Gery Miltos.